Ingredientes: 2 Kilos de mejillones, ½ litro de leche, 2
cucharadas de harina, 1 limón, 50 gramos de mantequilla, Vino blanco, Pimienta
blanca, Sal.
1.- Para limpiarlos, se raspan en seco uno a
uno, comprobando que están vivos, y a continuación se ponen en un recipiente con
agua fría, haciéndoles chocar entre sí para evitar que se abran. Se cambia el
agua y se repite la operación hasta que hayan soltado toda la arenilla. Por
último, se escurren bien.
2.- Se ponen a cocer en un recipiente con un
vaso de agua, unas gotas de limón y un chorro de vino blanco.
3.-
Una vez abiertos, se retiran de las conchas y se reservan. El agua de la
cocción –colada a través de un paño fino- se reserva
también.
4.-
Con la mantequilla –o aceite-, la leche, la harina, un poco de sal y una
pizca de pimienta se prepara una salsa bechamel, a la que se añade el líquido de
cocer los mejillones que se había reservado. Cuando esté en su punto, se mezcla
con los mejillones, pasando todo ello a una fuente que se introduce en el horno
a temperatura fuerte hasta que doren. Ya dorados, se sirven de inmediato en la
misma.
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